jueves, 20 de noviembre de 2014

Torre de Hércules.

LA TORRE DE HÉRCULES, UNA PICA 
ROMANA EN LA COSTA DE LA CORUÑA 


El faro de A Coruña, conocido como torre de Hércules, es uno de los monumentos más importantes de la ciudad. Una estilizada silueta que identifica la urbe, ya que su majestuoso contorno sobresale por el horizonte desde muchos puntos de la ciudad.






La Torre de Hércules es el único faro romano que desde sus orígenes hasta la actualidad ha cumplido con su función primigenia, la de servir de señal marítima e instrumento de navegación para las embarcaciones que en su travesía atravesaban y atraviesan el corredor atlántico. Un guía de los barcos cuya luz es visible hasta una enorme distancia: 24 millas. Si hay niebla, su señal sonora también llega hasta las 7 millas.


Después de la conquista por Roma del Occidente europeo (Hispania, Galia y Britania), la bahía coruñesa adquiere una gran importancia en las rutas marítimas romanas que ponen en comunicación el Mediterráneo y las zonas costeras noratlánticas. Situada en una costa peligrosa, se convirtió en una magnífica dársena para los barcos que emprendían la ruta hacia Britania o venían de atravesar los peligros del cabo Finisterre. Los romanos crearon un importante enclave portuario, al que le pusieron el nombre de Brigantium, y para servir de apoyo a la navegación de las naves comerciales y militares construyeron el gran faro que hoy llamamos Torre de Hércules.


El faro fue construido con toda probabilidad en la segunda mitad del siglo I o en los primeros años del siglo II d. C. por los romanos en Finisterre (finis terrae – fin de la tierra conocida) para acompañar a los barcos que bordeaban el extremo más occidental del Imperio Romano.


La torre original seguramente era circular y con la rampa de acceso en su exterior, para acarrear la leña que servía para hacer el fuego que orientaba a los marineros. El aspecto actual se debe a la restauración terminada en 1790 por Carlos III al ingeniero Eustaquio Giannini, ya que la Torre había quedado muy deteriorada después del ataque del pirata Drake a La Coruña.


Esta singular construcción es de planta cuadrangular de aproximadamente 11,75 m de lado y presenta una altura total de 57 m, de los cuales 34,38 m corresponden a la fábrica romana y 21 m a la restauración realizada en 1789 para modernizar el sistema de señalización marítima. De la construcción romana ha llegado hasta nosotros el núcleo interior del faro y se ha perdido la rampa de acceso exterior.




En la actualidad la Torre se levanta sobre una amplia plataforma poligonal de 32,40 m de ancho, que le sirve de base y que fue construida a principios del siglo XIX. Exteriormente, el monumento presenta una estructura prismática sobre la que se dispone un remate torreado octogonal con refuerzos de sección triangular en las esquinas, que suaviza el arranque de la base cuadrada. A este primer cuerpo torreado le sucede otro, decreciente en altura, que sirve de base a la linterna en la que se encuentra la potente lámpara que ilumina con su luz a los intrépidos navegantes.







Hay varias leyendas relacionadas con su construcción. Una de ellas cuenta que Hércules llegó en barca a las costas que rodean actualmente la Torre, y que fue precisamente allí el lugar donde enterró la cabeza del gigante Gerión, después de vencerle en combate. La mitología dice que «hubo un gigante llamado Gerión, rey de Brigantium, que obligaba a sus súbditos a entregarle la mitad de sus bienes, incluyendo sus hijos. Un día los súbditos decidieron pedir ayuda a Hércules, que retó a Gerión en una gran pelea. Hércules derrotó a Gerión, lo enterró y levantó un túmulo que coronó con una gran antorcha. Cerca de este túmulo fundó una ciudad y, como la primera persona que llegó fue una mujer llamada Cruña, Hércules puso a la ciudad este nombre»[


La Torre de Hércules fue declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad el día 27 de junio de 2009 en la ciudad de Sevilla. La candidatura a obtener esta distinción, recibió un amplio apoyo popular e institucional. La noticia fue acogida con alegría entre todos los coruñeses concentrados en la plaza de María Pita y alrededor de la propia torre, quienes aguardaron durante horas la designación.





Se puede decir que La Torre de Hércules no está en La Coruña, sino que La Coruña está en la Torre de Hércules, ya que seguramente, porque nos perdemos en la nebulosa de los tiempos, la ciudad nació y creció en torno al faro construido por los romanos para intentar superar su secular miedo a internarse en ese inmenso mar que significaba para ellos el Finis Terrae, el fin de la Tierra.






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